La infraestructura hiperconvergente (HCI): qué le depara el futuro

La infraestructura hiperconvergente (HCI): qué le depara el futuro

La rápida digitalización de la economía ha impulsado que los departamentos de TI implanten modelos de infraestructura hiperconvergente. Observamos esta tendencia paralelamente a la virtualización de sistemas, pero aquí el principal aliciente operativo es una centralización optimizada en la gestión de las tareas.

La infraestructura hiperconvergente (HCI)

La infraestructura hiperconvergente o HCI (Hyper-Converged Infrastructure) es un paso más allá de la arquitectura convergente. Si esta última tendencia prioriza la agrupación de sistemas en un único punto de control, la HCI añade la virtualización de sistemas, almacenamiento y redes.

Con la evolución hacia la HCI se gana en simplificación de las operaciones en las que están involucrados varios sistemas. También, se minimiza el llamado efecto I/O blender.

Este efecto típico en sistemas virtualizados aparece cuando las llamadas de entrada y salida al hipervisor se entrecruzan de forma caótica. La consecuencia inmediata es una ralentización en la carga de datos desde el sistema de almacenamiento.

Evolución

Los centros de datos de las empresas, en sus comienzos, se definían por unos espacios adaptados a albergar servidores. La prioridad era la seguridad en el acceso, la garantía del mantenimiento eléctrico y facilitar físicamente las tareas de mantenimiento.

La adición incontrolada de sistemas heterogéneos generaba, en esta arquitectura tradicional, complejidad y un gran número de incidencias. Este fue el motivo de la rápida expansión de modelos convergentes.

Había que proveer un tablero central de control aunque cada sistema tuviera una tecnología independiente y autónoma. Este punto de convergencia solía estar ejecutado por una aplicación o software a medida de la infraestructura TI que gestionaba.

Pero este modo de organización también ha tenido puntos débiles. El más problemático estaba representado por la necesidad de actualizar la aplicación o el software cada vez que un elemento nuevo de hardware entraba en el ecosistema informático.

Los continuos avances en virtualización con la ganancia de rendimiento de las máquinas virtuales abrieron paso a nuevos retos. La virtualización del almacenamiento y de las redes hizo posible este último impulso hacia la simplicidad, flexibilidad y economía de las HCI.

Cómo surge

La arquitectura HCI evita la formación singular de infraestructuras por adición de sistemas físicos o lógicos. Se presenta como un bloque único, integrado y ejecutado en una máquina virtual sobre la capa de programación del hipervisor. El hardware que le da soporte puede ser el común en servidores, sin que requiera una característica especial. Pero las ventajas no acaban ahí, y se extienden a las siguientes características:

1. La gestión de la infraestructura queda agrupada en una única solución de control. No hay administraciones independientes en procesadores, almacenamiento y redes. Así, las acciones de corrección de incidencias se pueden abordar sin interferencia con los otros sistemas que funcionan correctamente.

2. La adaptación a las necesidades de cada empresa es mucho mayor. Antes, la incorporación de una tecnología distinta suponía tener una cobertura técnica paralela que le diera soporte. Aquí los requerimientos al sistema se realizan por un cambio en la configuración de control.

3. La instalación es inmediata y se realiza en una sola operación. No hay necesidad de ajustes o balanceos entre sistemas para que las operaciones de la empresa encuentren un equilibrio final óptimo.

4. Rapidez en la velocidad de ejecución de los procesos. Las necesidades en TI de las empresas aumentan cada día. Con la HCI, esa mayor complejidad no se traduce en una dificultad añadida en las operaciones corrientes. Tampoco representa un peligro para que se sigan realizando con la normalidad habitual.

5. Economía en desarrollos y mantenimiento. La virtualización, en general, añade una capa de abstracción a los sistemas capaz de simplificar operaciones corrientes y disminuir los tiempos de resolución en fallos o inconsistencias.

6. Seguridad general del sistema y garantía en la continuidad de las operaciones. Otro punto fuerte, derivado de la ganancia de tiempo para realizar labores de control y salvaguarda de datos más frecuentes y redundantes.

HCI y cloud

La arquitectura HCI se integra perfectamente en una solución TI de nube híbrida. Pero hay que señalar que es un modelo ejecutable sobre máquinas locales. Grandes compañías de soluciones TI como HPE, Microsoft o DELL EMC ofrecen desarrollos capaces de cubrir las necesidades de cualquier empresa.

La relación entre la arquitectura HCI y los sistemas cloud viene definida por las funciones encomendadas a estos últimos. Estas pueden ir desde ir desde un simple sistema de respaldo a albergar aplicaciones empresariales que se comunican con la infraestructura HCI local.

Un sistema cloud, por otra parte, no va a ser un sistema propio: siempre es un sistema externo adquirido por suscripción. Otra diferencia importante radica en que los servicios en la nube pueden tener un carácter intermitente u ocasional. De ahí que no sea obligado, como en HCI, un equipo fijo de soporte TI de supervisión y apoyo.

Como conclusión, la infraestructura hiperconvergente está en consonancia con el enorme incremento de opciones a la hora de ofrecer soluciones TI para empresas. Es posible que quieras aportar las de tu propia organización, y te invitamos a que las expreses en los comentarios.

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