Lo que la tecnología 5G y 6G puede aportar en poco tiempo
Cuando todavía no se ha implantado el 5G ya empezamos a oír hablar de una futura llegada del 6G. En realidad, la base del diseño tecnológico está desarrollada y muchos equipos de IoT están esperando una cobertura de red que les permita salir al mercado. La tecnología 5G y 6G solo necesita ya el paraguas que la cubra.
Tecnología 5G y 6G: qué depara el futuro
Los 10 Gb por segundo de velocidad a los que apunta como pico la tecnología 5G abren las puertas a un mundo en el que el ecosistema digital va a ser sembrado por el Internet de las cosas. Ese va a ser el primer efecto de toda una cadena que apunta a un cambio total de las relaciones entre el mundo virtual y físico tal como las conocemos hoy. Un mundo en el que apenas será posible distinguir uno de otro, y que con el 6G puede llegar a la hibridación.
Mientras las redes 4G permiten conectar 100.000 aparatos por km cuadrado, la tecnología 5G multiplica esta capacidad por 10, llegando al millón de aparatos sin caída por km cuadrado. No obstante, las previsiones de hace unos años en cuanto a la llegada del 5G y la consiguiente expansión de instalaciones que aprovechan esta conectividad de equipos de IoT se han visto ligeramente alteradas
La guerra comercial abierta entre Estados Unidos y China ha propiciado que numerosos entornos geopolíticos, entre ellos la UE, adopten medidas preventivas en cuanto a la implantación de operadores. Así, establecen regulaciones restrictivas encaminadas a proteger la seguridad de los datos.
Por otra parte, las presiones de Estados Unidos han dividido las opiniones en Europa. Hay países que abogan por una libertad de presencia de todos los operadores y otros que están a favor de excluir al gigante chino Huawei. Incluso hay un movimiento liderado por Francia que propone excluir, por las mismas razones de seguridad de datos, a operadores chinos y europeos. Mientras Alemania expone que todo esto puede suponer un retraso de 10 años en la implantación del 5G, Bruselas desmiente esta posibilidad asegurando que las medidas no van a ser responsables de ningún retraso.
Mientras tanto, la tecnología está preparada. La implementación del 5G ya ha comenzado en mucho países, aunque todavía se usan frecuencias relativamente bajas que no llegan a explotar todo su potencial. Una buena parte de la responsabilidad de esto está en la tecnología de las antenas.
Se trabaja actualmente en antenas que permitan superar unas frecuencias fiables para la transmisión de datos de 26 GHz, ya que la carga que soportarán las redes con tantos dispositivos conectados va a ser muy alta, y habrá infinidad de aplicaciones demandando un tráfico de datos constante.
Las previsiones de llegada del 6G se extienden hasta el 2030. En este año, según las previsiones de los fabricantes chinos, veremos hecha realidad la posibilidad de transmisiones a 1 Tbps. Sin embargo, ese salto en la velocidad solo puede responder a unas necesidades cuantitativas, de cara a absorber un volumen de transmisiones que superen las posibilidades del 5G, y no supondrá un salto cualitativo tan grande como el que se prevé con la inminente expansión de equipos IoT gracias al revolucionario 5G.
Antenas para redes 5G y 6G
La gran responsable de la velocidad de las transmisiones es la tecnología de las antenas para redes 5G y 6G, necesaria para alcanzar ese primer escalón del 5G de los 26 GHz. Esto multiplica las velocidades de transmisión por 100, que es lo que se necesita, por ejemplo, para que veamos hecha realidad la posibilidad de que por nuestras carreteras circulen coches sin conductor.
El gran handicap de la tecnología en antenas está en que estas velocidades, aunque posibles, todavía solo se pueden alcanzar y superar a distancias muy cortas. Proyectos como el de MaxWaves ya trabajan en un sistema láser que permite que las antenas se alineen electrónicamente, en lugar de mecánicamente, con una absoluta precisión, lo que permite incrementar la distancia entre las mismas según se requiere.
Adiós a la velocidad de conexión tal y como la conocemos
Frente a las caídas de velocidad en la red y la inconstante latencia que hoy conocemos, estas antenas para redes 5G y 6G permitirán una transmisión de los datos a velocidades que hasta ahora no podíamos imaginar. Pero lo fundamental no lo encontramos en la velocidad, sino en la fiabilidad y estabilidad de las transmisiones.
Es evidente que un coche sin conductor no puede sufrir los efectos de una caída en la latencia. En ese caso los paquetes de datos no llegarían en el momento necesario, como por ejemplo en una curva.
Cuándo llegará el 6G
Según IDC, para 2025 habrá más de 25.000 millones de equipos IoT conectados en el mundo. China ya trabaja en el 6G, con unas perspectivas que apuntan al año 2030 para su implantación. Pero también Finlandia, por ejemplo, apunta a estas fechas con su proyecto 6Génesis.
Como vemos, la tecnología 5G y 6G puede sufrir pequeños retrasos, pero está aquí. Descubre su futuro con nosotros.
Obtener Presupuesto
1
Step 1